La Samsung Galaxy Camera es un dispositivo muy atractivo. Por delante es una cámara robusta, cuyas prestaciones son muy superiores a las que puede tener cualquier smartphone en ese apartado: zoom óptico, opciones de configuración manual y mejores lentes. Apela a un público que busca más posibilidades que las que permite un teléfono, que tiene curiosidad por la fotografía y está interesado en tomar buenas fotos.
Por detrás, es un dispositivo Android con todos los juguetes: el mismo procesador, la misma memoria y la misma tienda de aplicaciones de teléfonos de Samsung como el Galaxy S III o el Note II. No solo hace que compartir y publicar las fotos sea al menos tan fácil como lo es en un smartphone; también permite jugar, explorar mapas y hacer todo lo que cualquiera de los cientos de miles de apps que hay en Google Play Store permite hacer. Además, su hardware debería garantizar una experiencia rápida, fluida y eficiente.
Lo primero que hay que resaltar es el diseño estilizado que posee. Está hecha de un plástico con apariencia metálica mate, que –al contrario de otros productos de la surcoreana– se siente bien construido y tiene la apariencia de un dispositivo de lujo. También tiene un grip corrugado para evitar que se resbale cuando se están tomando fotos o grabando videos con ella.
Su peso es superior al de un smartphone común (300 gramos), pero esta vez eso es algo bueno: es ideal para tener un agarre más firme a la hora de tomar fotografías, aunque durante un largo tiempo puede cansar la mano. Su tamaño, en cambio, no es tan cómodo. En su parte más delgada tiene un grosor de 19 milímetros, pero cuando se abre el lente llega a los 72 mm. Esto, junto la pantalla de 4,8 pulgadas, hacen que no sea un dispositivo muy portátil, pues es difícil cargarlo en el bolsillo. Tiene más lógica llevarla en una mochila.
El grip del costado derecho, y los botones de encendido, zoom y obturador, quedan al alcance del pulgar de esa mano con toda comodidad. En eso, el diseño funciona muy bien. El borde izquierdo es un poco más accesible, pero como ese costado no se usa tanto el problema no es tan grave.
En general, su diseño industrial está bien logrado. Se siente cómoda en la mano, su construcción es robusta, se puede agarrar con seguridad y firmeza, su peso y tamaño hacen que sea estable y la ubicación de sus botones físicos permite una operación cómoda. Además tiene bastantes opciones de conectividad, lo que amplía las posibilidades que ofrece.
Cuando el dispositivo se enciende, lo primero que aparece es el menú para tomar fotos. Como no cuenta con botones físicos en la parte posterior, todo se hace con botones virtuales que el usuario debe tocar para activar. En este video pueden ver cómo funciona el visor de la cámara.
Llama la atención varias cosas de este primer menú. En primer lugar, hay que destacar la calidad de algunos de los modos que permite la cámara. El modo macro, que permite enfocar objetos más cercanos, funciona más o menos bien. Aunque no ofrece tantas posibilidades como el de una cámara réflex –porque funciona de manera diferente– sí permite tomar fotos cercanas con un buen nivel de detalle.
Lo segundo que hay que resaltar positivamente es el menú que Samsung diseñó para ajustar los valores de la apertura, la velocidad de obturación y la sensibilidad a la luz en los modos avanzados. En las cámaras réflex eso se hace con botones físicos, pues son escalas muy finas que es difícil controlar con un gesto táctil. Esta cámara consiguió que esos ajustes sean fáciles de hacer en un touchscreen. Además, el que la pantalla simule el efecto que tendrán los valores en la foto final convierte a la Galaxy Camera en una buena herramienta para quien quiera aprender bases de fotografía.
Como es de esperar, las fotos con buena luz –al aire libre o con buena iluminación artificial– salen bien: el foco funciona, el balance de blancos es atinado y el nivel de detalle es bueno. La cámara tiene un rango de apertura de f2,8 a f8,5. Entre más bajo ese número, la cámara permite el paso de una mayor cantidad de la luz y hace posible tomar mejores fotos en condiciones de luminosidad limitada. Al 1x de zoom óptico permite su máxima apertura (f2,8), y en 21x de zoom su máxima apertura es de (f5,9). En este apartado, la Galaxy Camera se encuentra en el promedio dentro del rango de cámaras compactas.
La velocidad de obturación, o de captura, puede variar entre 1/2000 de segundo a 16 segundos de exposición. Entre más rápida la velocidad, la cámara necesita más luz para tomar fotos con una exposición correcta, pero hay menos riesgo de que la foto quede corrida. El rango que ofrece esta cámara le permite al usuario explorar varias posibilidades y, si sabe cómo hacerlo, incluso le da herramientas para ponerse creativo. La velocidad a la que esta cámara permite tomar una foto normal, según pudimos probar, es hasta de 1/15 de velocidad.
Sin embargo, no todo es perfecto. A la hora de medir con más detalle la calidad de las fotos, es claro que no estamos frente a una cámara de primer nivel. En fotos con una exposición correcta y sensibilidad mínima (ISO 100) la cámara ya comienza a mostrar artefactos y ruidos, que disminuyen la calidad de las imágenes y se notan cuando los archivos se visualizan al 100% de su tamaño (4.608 por 2.592, 72 dpi, ~4 MB).
Si usted no tiene ni idea de fotografía y no entendió nada de los últimos párrafos, lo importante aquí es esto: no espere que las fotos tomadas por la Galaxy Camera sean excelentes. Las cámaras suelen bajar la calidad de las fotos en condiciones de poca luz, y esta cámara lo hace aun cuando la luz es abundante y la foto quedó bien tomada.
En cuanto al video, se puede decir que es una cámara versátil comparada con otras compactas. La respuesta de compensación de luz (que reaccione bien a los cambios de luz) es rápida, lo que es muy notorio en los espacios oscuros. La respuesta del foco, por el contrario, es un poco lenta al cambio de planos focales. La imagen tiende a desenfocarse un poco cuando hay espacios con contrastes de luz altos. La captura de sonido, por su parte, es muy buena. A comparación del ruido de ambiente que suelen capturar la mayoría de micrófonos en las cámaras, el micrófono integrado de la Galaxy Cam responde bien ante los niveles sonoros del ambiente.
Lo que Android le ofrece a esta cámara es una versatilidad sin precedentes en algún otro dispositivo óptico. Se puede conectar a internet mediante Wi-Fi o 3G, lo que no solo permite compartir las fotografías –georreferenciadas automáticamente– por medio de cualquier aplicación que lo permita (Facebook, Twitter, Flickr, Snapseed, Instagram…), sino también respaldarlas en la nube por medio de Dropbox o Google Drive. Además, puede ser usado para escuchar música, consultar mapas, navegar en internet y para cualquier cosa que se pueda hacer con un Android.
Este es uno de los principales valores agregados del dispositivo. Muchos usuarios potenciales seguro encontrarán esa característica muy atractiva. Entre otros, se nos ocurre que los viajeros, los blogueros, los adictos a publicar fotos en Facebook o Instagram y quienes necesitan producir contenido mientras están en movimiento seguro apreciarán la ‘navaja suiza’ en la que la Galaxy Camera puede convertirse.
La pantalla, de 4,8 pulgadas, 720p y 306 píxeles por pulgada, es excelente. Muestra los colores de forma equilibrada –algo muy importante en para una cámara–, y su resolución le permite mostrar con mucha fidelidad el resultado de las fotografías. Si la foto quedó desenfocada, el usuario podrá notarlo en la pantalla de la cámara casi sin tener que hacer zoom sobre la imagen, algo que no siempre se logra en estos dispositivos.
Con las especificaciones que tiene, este dispositivo debería volar. Su rendimiento, al menos, debería parecerse al del S III y el Note II, que hacen de todo sin sudar. Hicimos un pequeño benchmark en Quadrant, y los resultados soportan esa suposición. Pero aquí nos llevamos una pequeña decepción. Pese a todo esto, la velocidad de respuesta a la entrada de aplicaciones e interacción táctil es aparentemente un poco más lenta que la de los celulares de la coreana. Los menús no son tan inmediatos como los de los teléfonos, e incluso a veces se nota que se tranca por un brevísimo instante al navegar entre ellos. Las aplicaciones no abren tan rápido, y la navegación sobre Wi-Fi no es tan instantánea como la del Note II, por ejemplo. No estamos diciendo, por supuesto, que sea un dispositivo lento. En realidad, hace su tarea de forma más que competente. El software de la cámara funciona perfectamente y sin demoras; el almacenamiento de las fotos y videos es inmediato y confiable. Teniendo en cuenta de que se trata de archivos tan grandes, el hecho de que Android funcione de forma tan transparente en integración con la cámara tiene su mérito.
Por otra parte, hay algunas inconsistencias en la interfaz. Hay momentos en los que la ubicación de los botones de Android es un poco extraña. Cuando la cámara esta en modo horizontal –la mayoría del tiempo–, los botones están recostados en el costado derecho. No es lo más bonito del mundo, pero tiene una ventaja: el botón de ‘Atrás’ está al alcance del pulgar. Pero cuando se está usando la cámara o se navega en el menú de la galería, el botón ‘Home’ se ubica en la esquina superior izquierda de la pantalla. Aunque, de nuevo, esto tiene cierta lógica porque la ‘casita’ queda al alcance del pulgar; el usuario avezado de Android puede quedar un poco perdido. Hubiera sido más sencillo mantener una sola configuración de botones en toda la interfaz, sobre todo porque no se habría perdido nada: las funcionalidades clave siempre estarán en un lugar cómodo para la mano.
Conclusión
La Samsung Galaxy Camera es un dispositivo bien ejecutado, que no desmerece a pesar de que tiene pequeñas fallas. Una cámara aceptable aunque no excelente, sumada con un Android poderoso, le abre un montón de posibilidades a muchos tipos de usuarios.
Sin embargo, tiene dos barreras de entrada fuertes: su precio y la calidad de sus fotos. Si sus prioridades son tomar fotos de gran calidad o no gastar de más para obtener imágenes de calidad media, este no es su dispositivo.
Lo bueno
- Su diseño industrial es muy bueno, es un dispositivo bien construido.
- Es un móvil Android completo, sin compromisos ni limitaciones.
- Su pantalla es muy buena, al nivel de las mejores que produce la compañía.
- El modo manual tiene funcionalidades interesantes.
Lo malo
- La calidad de las fotos que toma no es la mejor.
- Su precio es elevado, sobre todo en comparación con otras opciones.
- La interfaz de TouchWiz tiene problemas de diseño.
